En un contexto donde la transición energética es más urgente que nunca, la diversificación de fuentes renovables resulta clave para garantizar el suministro, reducir emisiones y controlar los costes. Aunque tecnologías como la solar y la eólica acaparan la mayoría de titulares, la energía geotérmica emerge como una alternativa con gran potencial, especialmente para usos industriales.
Su capacidad para proporcionar calor de manera constante, sin depender de condiciones climáticas, la convierte en una solución estratégica para sectores que requieren temperatura en sus procesos productivos. Sin embargo, su desarrollo en España sigue siendo limitado debido a barreras tecnológicas, económicas y regulatorias.
1. ¿Qué es la energía geotérmica y cómo se aplica en la industria?
La energía geotérmica aprovecha el calor almacenado en el subsuelo terrestre. A través de perforaciones, se extrae este calor en forma de agua o vapor para generar electricidad o calor directo. En el caso industrial, su principal valor reside en el suministro térmico, especialmente en procesos que requieren temperaturas medias o altas (entre 60 °C y 200 °C).
Algunos sectores industriales donde la geotermia puede ser aplicada con eficiencia son:
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Agroalimentario (pasteurización, secado, limpieza industrial).
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Textil y papelero (procesos térmicos y lavado).
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Químico y farmacéutico (calentamiento y climatización).
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Minería y metalurgia ligera.
Además, su integración puede sustituir combustibles fósiles utilizados tradicionalmente para generar calor, contribuyendo a la descarbonización y reduciendo la dependencia de la compra de energía basada en combustibles volátiles como el gas.
2. El potencial geotérmico de España
España cuenta con un notable potencial geotérmico, aunque subexplotado. Existen zonas con recursos geotérmicos de baja, media y alta entalpía, principalmente en:
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Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha (media entalpía).
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Comunidad Valenciana y Murcia (baja entalpía).
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Islas Canarias (alta entalpía, especialmente para generación eléctrica).
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Cataluña y Aragón (zonas con potencial para usos industriales).
Estudios del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) indican que, con la tecnología adecuada, podrían cubrirse grandes volúmenes de demanda térmica industrial, reduciendo de forma significativa la compra de energía externa y los costes operativos a medio plazo.
3. Retos actuales: inversión, normativa y desconocimiento
Pese a sus ventajas, la implantación de la energía geotérmica en el tejido industrial español enfrenta importantes barreras:
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Altos costes iniciales de exploración y perforación, con largos periodos de retorno.
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Falta de incentivos específicos, en comparación con otras renovables más extendidas.
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Desconocimiento empresarial sobre su viabilidad técnica y rentabilidad.
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Complejidad regulatoria para la concesión de derechos de exploración o uso del subsuelo.
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Escasez de profesionales especializados en diseño e instalación de sistemas geotérmicos industriales.
Para superarlos, sería necesario fomentar líneas de financiación pública específicas, formación técnica y difusión de casos de éxito. Un marco jurídico más claro también impulsaría la seguridad jurídica de las inversiones a largo plazo.
4. Una oportunidad para la autosuficiencia energética industrial
Integrar la energía geotérmica no solo permite reducir la huella de carbono, sino también ganar autonomía frente a los vaivenes del mercado energético. En un escenario de incertidumbre en los precios del gas y la electricidad, contar con un suministro térmico renovable y estable se traduce en resiliencia y ahorro.
Muchas industrias podrían transformar parte de sus procesos y reducir de forma considerable la compra de energía convencional, amortizando las inversiones en un horizonte de medio a largo plazo. Además, la geotermia ofrece una vida útil extensa, con costes de operación y mantenimiento muy bajos una vez instalada.
La energía geotérmica representa una oportunidad aún poco explorada para el sector industrial español. Su capacidad para proporcionar calor constante, sostenible y competitivo la convierte en una herramienta ideal para avanzar hacia una industria más eficiente y menos dependiente del mercado energético. A medida que aumente el conocimiento técnico y mejoren las condiciones para su desarrollo, la geotermia puede ocupar un lugar clave en el mix energético de muchas empresas, aportando estabilidad, ahorro y sostenibilidad a largo plazo.